
Recién terminado, el Foro Económico Mundial en Davos ha vuelto a convertirse en el centro neurálgico de los debates globales. Líderes políticos, magnates y personalidades influyentes de todos los rincones del planeta se reunieron para abordar los problemas más urgentes del momento. Aunque las cumbres de Davos suelen estar rodeadas de glamour y discursos inspiradores, lo cierto es que también reflejan las contradicciones del mundo actual.
Desde las tensiones geopolíticas hasta los avances tecnológicos y las preocupaciones por el cambio climático, Davos 2025 nos ha dejado una semana llena de titulares, encuentros inesperados y declaraciones que prometen seguir dando que hablar. A continuación, te contamos los más relevantes a modo resumen.
Trump regresa con fuerza (y polémica)
Donald Trump, quien nunca pasa desapercibido, llegó a Davos con un mensaje claro y directo: los países de la OTAN deberían aumentar su gasto en defensa hasta el 5% de su PIB. Una propuesta que no solo reavivó debates, sino que también generó tensiones entre los asistentes europeos. Fiel a su estilo, no dudó en criticar duramente a la Unión Europea, calificándola de “injusta” con Estados Unidos en términos comerciales. Su discurso encendió aplausos de sus seguidores y miradas escépticas de otros líderes presentes.
Podremos estar más o menos de acuerdo con el recién proclamado presidente, pero lo que es evidente es que, incluso con un tiempo fuera de la Casa Blanca, su voz sigue resonando con fuerza, especialmente cuando se trata de defender los intereses estadounidenses.
Ana Patricia Botín y Trump: el encuentro inesperado
Ahora que se acerca San Valentín, parece que los titulares se coparán con el comentario entre Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante una de las sesiones, el expresidente alabó la expansión global del banco, mientras Botín aprovechó para destacar la resiliencia y la innovación en el sector financiero europeo.
Botín, una de las voces más influyentes de las finanzas europeas, dejó claro que la banca no solo está adaptándose a los desafíos actuales, sino que también juega un papel clave en la transición hacia un mundo más sostenible (ya está bien con lo de las transferencias inmediatas, ¿no?).
En cualquier caso, su capacidad para representar a Europa en un foro dominado históricamente por voces estadounidenses subrayó la relevancia de los actores financieros europeos en un contexto global incierto.

Ursula von der Leyen: la voz de Europa
Frente a las críticas y reclamos de Trump, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ofreció una visión más conciliadora. Abogó por una mayor cooperación internacional y destacó que Europa sigue liderando el camino en temas clave como la transición energética y la regulación tecnológica. Su discurso estuvo centrado en la necesidad de fortalecer la unidad europea frente a las crecientes tensiones globales.
Von der Leyen también habló sobre el compromiso de Europa con la neutralidad climática y la digitalización inclusiva, dejando claro que el futuro de la economía global no puede desvincularse de la sostenibilidad. Su intervención fue un recordatorio de que, aunque las voces más ruidosas tiendan a captar la atención, Europa sigue apostando por una estrategia basada en la colaboración y el progreso estructural (aunque muchas veces no sepamos muy bien qué significa esto).
Milei vs. Sánchez: un choque de ideologías
Uno de los momentos más tensos del foro fue el enfrentamiento verbal entre Javier Milei, presidente de Argentina, y Pedro Sánchez, presidente de España. Milei, fiel a su estilo, acusó a Sánchez de querer “callar a los que piensan distinto” y criticó duramente lo que llamó “el cáncer de la ideología woke“. Estas declaraciones, aunque polémicas, resonaron entre algunos sectores que comparten su visión crítica del concepto de progresismo actual.
Sánchez, también en su estilo, respondió con un discurso centrado en los avances sociales y económicos que Europa ha logrado en los últimos años gracias a políticas inclusivas. El choque entre ambos líderes reflejó las tensiones ideológicas que hoy atraviesan el Atlántico y puso en evidencia cómo la polarización política está marcando las agendas internacionales.
La advertencia de la ONU: un mundo dividido
En medio de los enfrentamientos políticos, António Guterres, secretario general de la ONU, ofreció una perspectiva más sombría pero necesaria. Habló de un “orden mundial roto”, marcado por divisiones geopolíticas y una creciente falta de confianza entre las naciones. Para Guterres, la incapacidad de los líderes para trabajar juntos está poniendo en riesgo no solo la lucha contra el cambio climático, sino también la estabilidad económica y social.
Su discurso fue un llamado urgente a la acción colectiva. Recordó que problemas como la crisis climática, las desigualdades extremas y la creciente brecha digital no pueden resolverse si las naciones continúan actuando de manera aislada. Su mensaje, aunque sombrío, fue un recordatorio poderoso de la importancia de Davos como un espacio para tender puentes en lugar de profundizar divisiones (siempre hay que tener un mediador en las discusiones…).
La Economía global: luces y sombras
A pesar de los debates políticos, los Mercados Financieros parecieron mantenerse optimistas durante la semana de Davos. El Ibex 35 alcanzó los 12.000 puntos. Sin embargo, no todo son buenas noticias: los analistas presentes advirtieron sobre los riesgos de una recesión global, impulsada por la inflación persistente y las tensiones comerciales.
Además, la desconexión entre los mercados y la economía real fue un tema recurrente. Mientras los índices bursátiles suben, millones de familias alrededor del mundo siguen luchando contra el aumento del coste de vida. Esta paradoja, ampliamente discutida en Davos, subraya la necesidad de políticas y soluciones eficaces para los individuos.
Conclusión: ¿Qué nos deja el Foro Económico Mundial de 2025?
Desde una perspectiva positiva, Davos nos recordó que, aunque el mundo enfrenta desafíos monumentales, también hay oportunidades para la colaboración y el progreso. Sin embargo, como suele ocurrir, muchas de las promesas hechas en este foro quedarán en el aire si no se transforman en acciones concretas.
Este año, más que nunca, quedó claro que las soluciones no solo dependen de los líderes mundiales, sino también de nuestra capacidad como ciudadanos para exigir responsabilidad y tomar decisiones conscientes en nuestro día a día.
Porque como siempre te recordamos en la Newsletter de EPA, de poco sirve saberse la teoría si no se pone en práctica. Y algo tan sencillo que aplica en las Finanzas Personales de cada uno, puede ser uno de los puntos más importantes en cuestiones como foros de debate mundial como este.